Lactancia

Extracción prenatal de calostro

El calostro es la primera leche que produces. Se produce en los pechos durante el embarazo y los primeros días después del parto. Es un líquido amarillo, espeso y cargado de factores inmunoprotectores, grasa e hidratos de carbono.

¿Qué es la extracción prenatal de calostro y cuándo se recomienda?

La extracción prenatal de calostro consiste en extraer de forma manual pequeñas cantidades de calostro al final del embarazo para administrarlas al bebé después de nacer, si fuera necesario. El objetivo de la suplementación con calostro es evitar el uso de suplementos de leche artificial en determinadas ocasiones en las que se pueden producir hipoglucemias, deshidratación o perdida de peso mayor del 7 %.

Se recomienda si existe:

– Diabetes previa al embarazo o gestacional.

– Inducción del parto o cesárea programada.

– Mala experiencia anterior con la lactancia.

– Embarazo múltiple.

– Retraso del crecimiento.

– Hipoplasia mamaría

– Historia familiar de alergia a la proteína de la vaca.

– Labio leporino.

– Síndrome de ovario poliquístico.

– Dolencia cardíaca o neurológica diagnosticada durante el embarazo que dificulte la succión.

No esta indicada cuándo existe placenta previa, hemorragia al final del embarazo o compromiso fetal.

¿Cuándo y cómo hacer la extracción prenatal de calostro?

La extracción de calostro se realiza de forma manual. Durante la visita de la semana 36 de gestación, la matrona te enseñará cómo hacerlo y te proporcionará el material necesario para que continúes haciéndolo en casa.

A partir de entonces y en tu domicilio puedes extraerte calostro dos veces al día durante no más de diez minutos cada vez. Cuando el calostro comience a fluir se puede recoger con una cuchara limpia para posteriormente aspirarlo con una jeringa. También se puede recoger directamente con una jeringa de 2 ml o 5 ml. Puedes utilizar la misma todo el día, sin dejar que se llene del todo (hay que tener en cuenta que el volumen aumentará al congelarse) y entre extracción y extracción la puedes dejar en la nevera. Al final del día congela las jeringas llenas dentro de un táper o recipiente exclusivo para ellas.

Si no consigues extraer calostro hay que recordar que no hay evidencia de que el volumen de calostro que fluye antes del parto esté relacionado con el conseguido después del nacimiento.

¿Cómo conservar y transportar el calostro?

Etiqueta con tu nombre y apellidos las jeringas e introdúcelas en el congelador dentro de un táper o recipiente exclusivo para ellas.

El día del nacimiento, para transportar las jeringas al centro de nacimiento, introduce el táper dentro de una bolsa isotérmica con una placa de hielo. Al llegar al centro de nacimiento lo entregarás a la matrona que os acompañará. Vuestro calostro se guardará en el congelador correspondiente de la planta de maternidad.

Si el nacimiento se produce por cesárea, se sacará la jeringa del congelador media hora antes de la intervención y se dejará a temperatura ambiente.

Si el nacimiento se produce por parto vaginal, se sacará la jeringa a partir del momento en que la madre esté en dilatación completa e igualmente se dejará a temperatura ambiente.

Después de descongelar el calostro podremos utilizarlo durante 8 horas.

¿Cómo ofrecer el calostro a nuestra criatura?

La manera idónea de tomar calostro es chupar directamente del pecho materno. Si no es posible, o se quiere evitar el uso de suplementos de leche artificial en determinadas ocasiones, como en caso de posibles hipoglucemias, pérdida de peso de más del 7% o deshidratación, se ofrecerá el calostro según consta a continuación.

Si no es posible la succión directa del pecho de la madre dentro de las dos primeras horas de vida, independientemente de la separación o no de la díada madre-bebé, le daremos de 2 ml a 5 ml del calostro cuando el bebé muestre interés para buscar el pecho. Debe realizarse despacio, a ser posible con finger, dedo-jeringa o con un sistema de suplementación adecuado para el recién nacido. 

La madre se extraerá calostro para estimular el pecho y para tener calostro fresco para la siguiente toma.

El resto de calostro transportado, lo podemos utilizar según nos convenga durante la estancia en la sala de maternidad.

¡¡¡Contacta con tu matrona de atención primaria para practicar la extracción y solucionar tus dudas!!!

Lactancia

Mi bebe rechaza el pecho ¿qué puedo hacer?

En ocasiones los bebés pueden rechazar el pecho y esto puede deberse a multitud de causas. Si averiguas el motivo que lo genera, te ayudará a encontrar la solución al problema.

Los recién nacidos son capaces de encontrar el pecho de su madre y hacer una toma espontánea durante las primeras dos horas tras el parto. Suele ocurrir que, después de esta primera toma, se quedan adormilados durante horas, a veces 24 horas y apenas maman. Esto es perfectamente normal y hay que respetarlo mientras no haya una patología que indique lo contrario. Si en este tiempo se intenta poner al niño al pecho, probablemente no lo cogerá. En estas situaciones se habla de un «falso rechazo». Hay que intentar despertar al bebé con caricias y besos y ponerlo en contacto piel con piel. De esta forma, cuando se despierte tendrá el pecho a su alcance y esto favorecerá el agarre y la succión.

Puede ocurrir que los bebés solo quieran mamar de un pecho en cada toma. A veces quieren tomar de los dos y a veces no. En este caso también estamos ante un «falso  rechazo». Lo que ocurre es que se quedan totalmente satisfechos con un pecho y no necesitan seguir comiendo porque su hambre se ha saciado.

Si quieren tomar del mismo pecho siempre y se niegan a mamar del otro, puede deberse a varios motivos:

  1. La postura es inadecuada y dificulta el agarre.
  2. El pezón es plano o demasiado grande y no cabe en la boca del niño.
  3. El bebé tiene dolor de oído, la clavícula fracturada, molestias por la vacunación etc.
  4. Existe una mastitis, lo que hace que la leche tenga un sabor más salado.

En este caso puedes cambiar la posición para dar el pecho. Es importante mantener mucho contacto piel con piel e intentar sacar la leche del pecho que rechaza para que no se llene en exceso y no disminuya la producción de leche en esa mama.

Si rechazan ambos pechos, podría ser debido a que:

  1. El bebe ha tenido una experiencia desagradable (sondajes, aspiración…) que le produce aversión oral.
  2. Se han producido cambios en las rutinas: incorporación de la madre al trabajo, obras en casa, mudanzas, viajes, visitas inesperadas, inicio de la guardería…
  3. La madre se ha quedado embarazada o tiene la regla, lo que puede variar el sabor o la cantidad de la leche.
  4. Ha cambiado el olor corporal de la madre, por ejemplo, debido al empleo de nuevos jabones, perfumes, desodorantes o por sudoración excesiva.
  5. Se ha oído un ruido fuerte o ha habido un movimiento brusco mientras el bebé estaba mamando.

Cuando el rechazo es total y mientras procuras ofrecer el amamantamiento a menudo, probablemente necesitarás extraerte leche con la misma frecuencia con la que el bebé lo habría hecho. Esto te ayudará a aliviar la tensión que pueden tener las mamas cuando se llenan, prevendrá que se obstruyan los conductos por donde fluye la leche y mantendrá tu producción. Una vez extraída, se la podrás proporcionar al bebé para cubrir sus necesidades nutricionales.

Es adecuado intentar que el momento de amamantar sea lo más agradable posible. De esta manera, el bebé asocia la lactancia con un sentimiento positivo. Si vosotras o el bebé sentís frustración, es mejor intentarlo en otro momento.

Paciencia, persistencia, confianza y amor son las claves para que el bebé vuelva al pecho.